Como madre de una niña con artrogriposis multiple congénita he aprendido lo maravilloso que es vivir con ella y para ella. Es sentir desde el primer día la energía que estos niños emanan; su corazón acelerado por ganar la batalla y no dejarse vencer, su fuerza interior victoriosa ante un cuerpo que responde poco a poco. He percibido su aliento cansado por el ejercicio, sus lágrimas que enjugan su rostro por el dolor de los estiramientos; pero tambien he percibido sus ganas de triunfar, sus ojos iluminados cuando logró gatear, sentarse o ponerse de pie. Solo una madre sabe como estos niños luchan a diario, solo una madre sabe el esfuerzo que debe hacer para realizar una tarea sencilla. Ellos te enseñan con una sonrisa lo hermoso que es el amor, te enseñan a no rendirte, a continuar .....a dar un paso a la vez, y sobre todo a ser constante. Ustedes madres son el eje, son el pilar para todos sus hijos, no hace falta decir que luchen por ellos, pues es algo que impregna nuestra sangre y la hace vibrar.
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